jueves, 26 de junio de 2014

Es agradable oírlo.

Aquel día entendí el por que había llegado has aquí, solo por aquellas palabras, aquellas dos palabras que hicieron que todo cambiara, no fue un "Te quiero" ni un "Te amo" como suele pasar, fue algo mucho mas importante que eso, algo que todos queremos oír pero pocas veces dicen, pero solo cuando lo dicen nos damos cuenta de que esa persona es lo mejor que tenemos y nos saca una sonrisa mayor que cualquier texto de ocho paginas y que cualquier otra cosa, simplemente un "Me importas", no dicho sin sentido, dicho desde el corazón, dicho de verdad, es algo que todos queremos oír seamos quien seamos, pero mucha gente no lo escucha muy a menudo, para mi no hay nada mejor que esas dos palabras, no hay nada más reconfortable, nada mas importante, solo que me recuerden que les importo de verdad, me hace sentir viva y es que es agradable oírlo, por que siempre habrá una persona para la cual seas importante y le importes, de corazón.

martes, 3 de junio de 2014

Maldito.


Y se miraron fijamente, sin decir nada, sus ojos lo decían todo, pero su orgullo les impedía articular palabra, se amaban, querían besarse, pero ninguno quería dar el paso, preferían morir de tristeza al perderse que tragarse su orgullo, si en ese momento alguno de los dos hubiera dado el paso, ese paso tan insignificante, ahora mismo no estarían así.
Ella se siente sola, no quiere hablar, no quiere vivir, le hecha de menos, no se atreve a hablarle, otra vez el orgullo, solo llora desconsoladamente esperando que él aparezca por la puerta para besarla, para abrazarla como lo hacía antes, mirarla a los ojos, decirla te quiero y hacerla reír con miles de cosquillas, pero eso no pasara, maldito orgullo.
Ahora hablemos de él, no quiere parecer triste, no quieres estar deprimido delante de sus amigos, pero no deja de mirar su teléfono, esperando ese "Hola" que nunca llegara, ese "Te necesito" que nunca le mandó, quiere verla, ir junto a ella y decirla lo mucho que la necesita, pero no lo hará, espera desesperadamente el momento en el que por fin pueda besarla de nuevo, abrazarla, acariciarla, hacerla reír, verla llorar, simplemente verla, pero no sucederá, el orgullo otra vez.
No nos damos cuenta pero, solemos perder las cosas por culpa del orgullo, no de discusiones ni peleas, si no por que nuestro orgullo llega a ser tan fuerte que un simple "Lo siento" nos parece que es algo complicado, algo que no debemos decir, pero algo que necesitamos decir, tragarnos el orgullo y actuar siguiendo al corazón, eso deberíamos hacer, poder pedir perdón sin que suponga ningún sufrimiento.
Cuando el orgullo desaparezca la felicidad sera infinita, cuando pedir disculpas no signifique ser inferior a alguien, cuando podamos decir lo que sentimos sin pensarlo dos veces, en ese momento encontraremos la felicidad.