miércoles, 12 de abril de 2017

Profundos, vacíos, tristes... Maravillosos.

Mirar a su ojos era como ver el universo, sentía que con ellos podía ver a través de mi alma, esos ojos tan oscuros como la noche que no paraban de mirarme fijamente, mientras yo quedaba absorta, imaginando miles de futuros en los que solo miraría esos ojos, esos tristes ojos negros, tan oscuros que parecía que las estrellas podrían reflejarse en ellos, que miles de galaxias, de universos me atrevo a decir, se concentraban en esos dos ojos grandes y tristes, vacíos, profundos, mirándote mientras tu sientes que te atraviesan.
Y todo ello, es maravilloso, hace que no quieras apartar la mirada, por que después de ver esos profundos ojos, no quieres ver otros, por que cuando miras fijamente, puedes distinguir que hay pequeñas motas claras en ellos, que brillan con una intensidad tan grande que no entiendes ni como puede existir tanta belleza.
Pueden decir que los ojos claros son mas bonitos, ojos azules, verdes.... Pero sus ojos, oh dios mio aquellos ojos, no hay palabras para describir la majestuosidad de su ojos negros como el mismísimo abismo.

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